La seguridad ciudadana engloba un concepto muy amplio, podemos entender que la misma está conformada por un accionar democrático en pro de los ciudadanos u/o habitantes de un país determinado, donde en franca unión del estado y el ciudadano de acuerdo con las estrategias, leyes, instituciones, derechos fundamentales y deberes por parte del ciudadano, se busca la protección del mismo, sus bienes y el mejoramiento de la calidad de vida en concertación entre el estado y el ciudadano. La misma está condicionada al derecho de cada país a través de acciones concretas.
En nuestro país, [como reza el artículo 55 de la Constitución De República Bolivariana De Venezuela] se indica que, “Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado a través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan amenazas, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes.
La participación de los ciudadanos y ciudadanas en los programas destinados a la prevención, seguridad ciudadana y administración de emergencias será regulada por una ley especial.
Los cuerpos de seguridad del Estado respetarán la dignidad y los derechos humanos de todas las personas. El uso de armas o sustancias tóxicas por parte del funcionario policial y de seguridad estará limitado por principios de necesidad, conveniencia, oportunidad y proporcionalidad, conforme a la ley”.
Con el pasar del tiempo se han venido implementando un sin fin de mecanismos jurídicos a los fines de contrarrestar los desmanes de las sociedades, donde al parecer no ha habido un consenso armonioso entorno a la ciudadanía, por lo que hasta ahora, muchas de las leyes que se han creado no han sido del todo efectivas.
A mi manera de observar, existe un panorama por demás complicado específicamente en nuestro país, por lo cual pienso, hay que fijar la mirada hacia otro horizonte donde se puedan implementar otros tipos de políticas a través de métodos educativos e incluso didácticos, todo ello bajo aplicación de los medios de comunicación en la utilización de campañas propagandistas en las cuales vaya inmersa la concientización del respeto, el amor y el valor a la vida humana.